Oct 3, 2007

Boda. Capítulo I: Manhattan









Todo ha sido muy repentino y espontáneo. Vic, como siempre tan estupendamente protocolaria, es la responsable del toque "romántico" de las flores. El resto improvisación, pero, eso sí, cargados de cámaras, que parecía que se casaba allí la Lady Di.
El caso es que ha sido toda una aventura. Otra más, lo que nos quedaba por vivir, una boda en el City Hall, y encima de los nuestros. Sólo éramos 7, pero menuda armamos en el consistorio. Esperamos la cola religiosamente después de que la testigo, la Mery, firmara, rodeados de caras algo sumisas y de novias parapetadas en trajes de merengues. Rarísimo, oye. Raquel tiró el ramo y todo, y nos veis a María y a mí huyendo despavoridas. Y la del merengue mirándonos extrañada... ay amiga, que no sabes la que te espera, pensaba yo. Pero claro, no dije nada, que se me casaban los colegas.
Después de las fotos de rigor en los jardines del City Hall, nos dimos un banquete en el Sea Port a base de paella y una botella de tempranillo. Que nos falto sólo el puro, porque nos dieron hasta los cafeses.
Nos ha encantado la experiencia. Ya es un recuerdo para toda la vida...

PS: por cierto, la clerk o funcionaria que los casó tiene su propio artículo en el New York Times... ejque desde luego.